Las estructuras de una instalación fotovoltaica son aquellos elementos que se encargan de fijar los paneles solares a una superficie, de forma que la instalación quede sujeta a una estructura determinada. La función principal de la estructura es garantizar que la instalación está correctamente fijada a la estructura de la casa, aunque su segundo función es asegurar que los paneles extraen el máximo posible de energía. Para ello, es fundamental tener en cuenta la orientación de las placas y el ángulo de inclinación correspondiente.
Actualmente existen dos tipos principales de estructura en función de la inclinación del tejado donde se pretenden instalar las placas.
Este tipo de estructuras, como su propio nombre indica, se instalan en el mismo plano del tejado. Se utilizan para tejados que ya tienen una cierta inclinación. Idealmente, esta inclinación debería estar orientada hacia el sur, aunque es posible realizar instalaciones coplanares con configuraciones este, oeste o este+oeste.
Las estructuras inclinadas se utilizan para tejados totalmente horizontales. Esta inclinación aprovecha el ángulo que tienen los triángulos que la componen para enfocar mejor las placas hacia el sur, generalmente. Esto permite aumentar la potencia generada por las placas, ya que aumenta la irradiancia del sol sobre ellas.