En los tiempos que corren, con el constante aumento de demanda de energía eléctrica, ya sea en el sector de la domótica, movilidad o climatización, ya es sabido que una muy buena solución son las instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo.
Éstas no sólo te permiten ahorrar con lo que dejas de pagarle a las compañías hidroeléctricas sino que también te dan un cierto grado de autonomía en lo referente a tu gestión de la energía. Ya lo dice el famoso refrán “yo me lo guiso, yo me lo como”.
Por lo tanto, ha habido un crecimiento exponencial de empresas instaladoras por el potencial mercantil que tiene el sector fotovoltaico y, desafortunadamente, no es oro todo lo que reluce. Por eso os animo a que leáis este blog para saber exactamente qué tener en cuenta y lo que se os puede escapar a la hora de comparar presupuestos. Algo determinante en que vuestra experiencia con las energías pase de ser de muy exitosa a extremadamente desafortunada.
1. Buen Dimensionamiento
Seguramente, la primera toma de contacto que vayas a tenercon un profesional del sector, sea un estudio técnico-económico de cara a solicitar un presupuesto que se adecue a tus necesidades. La parte más importante del mismo es la fase de análisis de tu consumo, para saber exactamente qué necesitas, y que no acabes pagando de más, por algo que no te genera beneficios, o por el contrario, que hayas asumido una inversión cuyo resultado estimado peca de optimista y te acabes quedando corto. Por lo que a la primera prueba a la que deberías someter al comercial que te haga el estudio, deberá ser la justificación de por qué te conviene ese número de placas presupuestado o esa tipología de inversor, no sea que te la “cuele”. Que te explique cómo hace el dimensionamiento y por qué es el adecuado para ti, para que tú también le veas la lógica.
2. Precio
Evidentemente, éste es uno de los factores más determinantes. El coste de un producto, independientemente de que se financie o se pague al contado, es algo que repercutirá notablemente en nuestra decisión. Está en nuestra naturaleza el querer tomar decisiones óptimas, de forma que podamos tener el mejor resultado invirtiendo la menor cantidad de recursos. Es por eso, que el indicador más fiable en las inversiones es el tiempo de amortización. Cuanto menor sea el tiempo de amortización, antes recuperaremos la inversión y podremos obtener más beneficios de la vida útil de la instalación.
3. Calidad de los materiales
Actualmente hay una amplia gama tanto de placas solares, como de inversores, como de cualquier elemento que componga nuestra instalación. Y a no ser que nos vayamos a lo más barato, la verdad es que hay una inmensa mayoría de marcas que prácticamente ofrecen las mismas prestaciones. ¿Quiere esto decir que da igual una marca que otra? La respuesta es no. Los indicadores de calidad en los que hay que fijarse son las garantías que nos ofrece el fabricante, que muestra la confianza que tiene en su producto y apuesta por garantizar los resultados a su cuenta y riesgo.
Por lo general son entre 10-12 años por defectos de fabricación y 25 años en producción lineal (superior al 82% de potencia) en las placas; 10años en los inversores y entre 7 y 10 años en las baterías (de ion litio).
Además, es importante saber que la distribuidora del material cuente con un buen servicio de soporte técnico, en el que confíe y con el que tenga trato la empresa instaladora, para que la respuesta a los posibles problemas que puedas tener sea rápida y eficaz.
Por último, doy por supuesto que todos los equipos contarán con sus correspondientes certificados de homologación. No hay peor falta de profesionalidad que os ofrezcan un producto que no es legalmente apto para su comercialización e instalación, por lo que os recomiendo que los pidáis, por si acaso. Si no lo tuviesen, no podríais optar a ninguna ayuda puesto que la instalación sería ilegal.
4. Gestión e inclusiones de la empresa instaladora.
Tramo Municipal:
Todas las instalaciones fotovoltaicas, sin excepción,constituyen una “obra” ya sea mayor o menor, que hay que comunicar en el ayuntamiento del municipio cuando se pretende instalar. Esto se hace a través de una “Declaración Responsable de Obra Menor” o a través de una “Licencia deObra Mayor” tramitada en la sede electrónica de dicho ayuntamiento.
Para completar el trámite hay que abonar unas tasas y un impuesto (ICIO), que las empresas suelen esconder bajo la frase “te ayudamos con todas las gestiones”. Pero el que acaba pagando el sobrecoste, eres tú, porque eres el legalmente obligado a realizar este trámite.
Por último, muchos municipios incluyen en su Ordenanza Fiscal Reguladora del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), una bonificación de dicho impuesto, cosa que también es interesante comprobar y solicitar en el caso de cumplir las condiciones.
Tramo Autonómico:
Todas las instalaciones fotovoltaicas sin excepción han de certificarse como instalación de generación eléctrica, ya sea de baja, media o alta tensión. Esto ha de hacerse a través de un trámite del servicio territorial de industria correspondiente a cada comunidad autónoma, puesto que este servicio, sellará el certificado. Este documento es denominado comúnmente como CIE o boletín eléctrico. Si la instalación no consta de este certificado, la instalación será ilegal y, de nuevo, no se podrá optar a ninguna ayuda.
Tramo Estatal:
Todas las instalaciones fotovoltaicas sin excepción mejoran la calificación energética de la edificación sobre la que se instala. En el 2023, existe una deducción del IRPF estatal que os puede interesar. Para optar a ella, se han de generar dos certificados de calificación energética, uno anterior y otro posterior a la instalación, cosa que de nuevo, conlleva un trabajo adicional y unas nuevas tasas que no todas las empresas incluyen. Estos certificados demostrarán si se cumplen una de estas dos condiciones, que nos bastará para obtener la deducción:
1. Mejorar la calificación energética del edificio de una clase inferior a una “A” o “B”. Que no se suele cumplir.
2. Reducir el indicador del consumo de energías no renovables en al menos un 30%. Que sí se suele cumplir con la instalación fotovoltaica a no ser que se gaste demasiado gas.
Conclusión:
Es importante saber qué gestiones, qué ayudas solicita la empresa y qué inclusiones tiene explícitamente para poder valorar con exactitud su oferta. Además de ahorraros quebraderos de cabeza con documentación burocrática, si no tenéis en cuenta las inclusiones y exclusiones, se os puede ir una suma importante de dinero en tasas, impuestos y… En el peor de los casos, en abogados. Así que preguntad sin compromiso ni vergüenza e informaros de todas estas cosas por vuestro bien!
